Contaminación lumínica

Contaminación lumínica en México

Cuando hablamos de la contaminación lumínica, nos referimos a ese brillo o también el resplandor que provoca una luz dirigida hacia el cielo. Pero no porque algún cuerpo extraño esté sobrevolándolo sino que se trata de una mala calidad o enfoque del alumbrado de nuestras calles.

Debido a que la iluminación de exteriores está mal enfocada, se produce este fenómeno donde además de la pérdida de dinero que supone también tenemos que hablar de un uso excesivo de los recursos, que realmente no son utilizados en su forma propia. Descubre todo acerca de la contaminación lumínica y cuáles son las mejores soluciones para frenarla.

¿Qué es la contaminación lumínica?

Contaminación lumínica por farolas

 

Como bien hemos comentado, se trata del brillo o la luz que se proyecta hacia el cielo, en lugar de enfocar hacia otros puntos más necesarios. De este modo se está haciendo el uso de dicha luz, de una manera totalmente inadecuada. La iluminación que tenemos en nuestras calles, no siempre tienen el diseño o el uso que deberían. De este modo, debido al mal apantallamiento hace que dicha luz se enfoque hacia zonas que no son necesarias, como el cielo. En lugar de ser adaptadas para que enfoquen una zona inferior y mirando siempre hacia el suelo.

Formas o impacto de la luz artificial 

  • Impacto directo: Es uno de los más perjudiciales que traerá consigo la contaminación lumínica. Esto es debido a los grandes focos o proyectores que podemos ver tanto en zonas deportivas como aeropuertos e incluso fachadas de ciertos edificios. Cuentan con una inclinación elevada, por lo que como resultado, la luz es enviada hacia el horizonte. Se desperdicia bastante luz pero es que además, las lámparas que se usan van desde los 400W hasta los 2000W
  • La refracción: También hablamos de otro impacto bastante perjudicial. Aunque siempre dependerá del tamaño y también de las partículas que el aire nos deja entre la zona iluminada y su fuente de luz.
  • La reflexión: Cuenta con un impacto menor, es cierto, pero aún así no deja de tener vital importancia. En este caso, la luz cuenta con un brillo más bajo, por lo que se puede ver en zonas más concentradas.

¿Qué consecuencias tiene la contaminación lumínica?

  • Estaremos desperdiciando tanto la energía como el dinero invertido. Algunos de los focos o puntos de luz, ésta se pierde en su mitad hacia el cielo, por lo que la energía consumida no se está utilizando realmente.
  • Estamos generando más residuos tóxicos y como tal, más contaminación.
  • Además, esto puede generar que haya un deslumbramiento perjudicial hacia los conductores y hasta de peatones.
  • También puede alterar los ciclos de ciertos animales, como pueden ser las aves.
  • La contaminación lumínica también produce un incremento de la contaminación del aire.

Tipos de bombillas o lámparas

Contaminación por luz en el Empire State Building

 

Son varios los tipos de bombillas y lámparas que hay en el mercado. Sin duda, algunas son más contaminantes que otras. Por lo que estaríamos ante una posible solución para intentar frenar la contaminación lumínica.

Las bombillas menos contaminantes son las llamadas vapor de sodio a baja presión. Éstas cuentan con una luz amarilla, son bastante eficientes y no cuentan con residuos tóxicos. Después de ellas también las llamadas bombillas de vapor de sodio a alta presión son recomendadas cuando hablamos de un alumbrado exterior. Pero cuando hablamos de las lámparas incandescentes, así como halógenas o fluorescentes en tubos, entonces hay que mencionar que ya son más contaminantes que las anteriores. Claro que si se usan de una manera lógica, evitando su emisión hacia una gran distancia, entonces no serán tan contaminantes como pensamos. Muchas veces está en su uso y no en la lámpara concreta.

Sin embargo, las bombillas de vapor de Mercurio a alta presión ya serán mucho más contaminantes.  Su luz es blanca y están aconsejadas solo para zonas de jardín o peatonales, ya que cuentan con una emisión alta de ultravioleta.

Cómo distinguir la iluminación exterior

No es necesario hacer unos cambios drásticos, sino que todo este proceso se podría realizar poco a poco. Cambiando las bombillas necesarias, estaríamos haciendo mucho más de lo que pensamos. Cuando paseamos por la calle y no vemos bien el suelo, pero sí el cielo, entonces es que estamos ante una iluminación bastante mala. Claro que en ocasiones, sí que dicha luz ilumina el suelo, pero también parte del cielo. Deslumbrará bastante y es poco eficiente. Por lo que estaremos de nuevo ante otro de los tipos de iluminación que necesita mucha energía, porque mitad de la misma se desvía. Ante lo cual, de nuevo no será muy buena. La que realmente es imprescindible, es ésa que se centra en el suelo y a los lados del mismo. Mientras que si miramos al cielo, podemos verlo en toda su plenitud pero no de manera artificial. Es decir, la luz buena no llegará a él. Ésta será más barata, porque cuenta con menos energía, lo que estará cuidando del medio ambiente.

Posibles soluciones para frenar la contaminación lumínica

Solución a los problemas de contaminación lumínica

  1. Hay que impedir que la luz sobresalga hacia el horizonte o hacia el cielo. Simplemente se trata de enfocar hacia lo directamente necesario.
  2. Usar lámparas poco contaminantes pero con gran eficacia energética. Es por ello que las de vapor de sodio a baja presión, podrían ser las más recomendadas como hemos comentado.
  3. La iluminación tiene que estar en las áreas que necesitamos. Solo desde arriba hacia abajo y no dejar que se expanda por otras zonas.
  4. Se dice que la mejor manera de aprovechar la luz, es ajustar los niveles hacia el suelo.
  5. Se debería prohibir tanto cañones como luces de tipo láser que iluminan hacia el cielo
  6. Cuando haya menor actividad, se debería de regular su consumo. Si no es necesario, se estaría ahorrando un gasto que realmente no está siendo usado.

Se puede decir que la contaminación lumínica es la que provoca más contaminación del aire. Está relacionada con un aumento del CO2. Por todo ello, aunque no sea uno de lo temas más recurrentes cuando pensamos en la contaminación, sí hay que tener muy en cuenta.


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